Es interesante la relación que se crea entre los libros-arte con el espectador-lector. El vidrio es un material delicado de manejo, crea una distancia entre el sentido del tacto y la vista "se ve y no se toca".

Mi propuesta artística tiene que ver con el uso de estos dos sentidos en particular, ya que muchas veces ciertas obras solo se ven y no se tocan. Todos los libros que presento son táctiles, pero al presentar libros de vidrio se pierde un poco la relación que se podría obtener. El nombre de estos libros es Aprendices del desapego, ya que es justamente un “desapego” de ideas establecidas por la proyección de apariencias que surge al develar una obra.

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