No será ni el primer ni el último bosque me irremediablemente me entren ganas de pintar. Son mi debilidad artística. Hubo que hacer 36 kilómetros de caminata en la Jarosa para encontrar el árbol, aunque después la foto mereció la pena.
Realizado exclusivamente en grafito sobre papel verjurado, el protagonista se encuentra en el centro matemático del papel.