CUENTO
Mi carne se tiñe con el grosor de sus deseos, deseos y sueños con olor a yerba buena, nunca supimos como hacerlo pero si con que. Se nos está dando bien esto de compartir, las miradas que se cruzan están cargadas de contenido, se desordenan pero encuentran sentido.
Y al final del camino hay justo un asiento para nuestros cuerpos en degradé, que se van agitando de tanto vivir, que al desplomarse en el tapiz el color los pierde como camaleones atentos al por venir.
Voy a hacer de este encuentro un estado de ebriedad, donde los latidos rompen con lo normal, parece que en los tímpanos suena una bonita canción, que ya no recordaré más.
Pero que más da si detrás de mí hay un camino que ya supe pisar, y al frente están estos labios que me quieren sopesar, el gusto de medir su rosada comisura y de regalo me confiesen que me amaron sin fisura.
Y al final del camino hay justo un asiento para nuestros cuerpos en degradé, que se van agitando de tanto vivir, que al desplomarse en el tapiz el color los pierde como camaleones atentos al por venir.
Voy a hacer de este encuentro un estado de ebriedad, donde los latidos rompen con lo normal, parece que en los tímpanos suena una bonita canción, que ya no recordaré más.
Pero que más da si detrás de mí hay un camino que ya supe pisar, y al frente están estos labios que me quieren sopesar, el gusto de medir su rosada comisura y de regalo me confiesen que me amaron sin fisura.
Dirección de arte y fotografía para el proyecto "El Cuento" año 2019.
