Publicamos el “Algo más…” de Andrew Cornell Robinson hace unos meses y en retrospectiva tengo dos comentarios: El primero fue que recibimos una pequeña regañada de Andrew, pues es defensor de poner su nombre entero con todos sus apellidos muy a la mexicana. Así que siempre refiéranse a él comoAndrew Cornell Robinson. El segundo comentario es como el uso del “Algo más..” se queda corto para referirnos a todas las demás cosas increíbles que Andrew esconde bajo la alfombra.

 

Brooklyn esconde entre su super-desarrollado ejército hipster el estudio de Andrew. Gracias a su luminosa ventana, pudimos descubrir el multifacético lugar de Andrew y su arte. Desde enormes pinturas, dibujos y muchísimas esculturas, Andrew nos compartió una obra divertida y accesible que no pierde lo interesante y propositivo. Sus dibujos se convierten en pequeños móviles, como si Andrew les pusiera aretes y collares para complementarlos. Sus cerámicas parecen todo menos cerámicas y, justo con ese material Andrew crea lo que quizás sea su trabajo más llamativo: Los trofeos a la humillación.

 

Comento un poco su obra para hacer hincapié en todo eso que era parte del “Algo más…” de Andrew y definitivamente deja pobre a nuestro primer acercamiento al trabajo con este artista. Afortunadamente, tuvimos la fortuna de invadir(lo) para asombrarnos con lo fantástico de sus propuestas y, con cámara en mano, poder extraer algo de ello.

 

Querido lector, asómese en la ventana de nuestro video a este estudio, a las cartas de la cebra y unas cuantas sorpresas más. Total, es posible gracias a que esta  Entre | Vista su fusiona momentáneamente con su ventana gigante para curiosear.